Estos sencillos versos sobre Madrid se me ocurrieron sin más una noche de octubre, en la que estuve recordando todas las cosas bonitas que he vivido en esta ciudad que tanto quiero.
Fue en esta calle tan larga,
la que llaman Alcalá,
que celebré el primer día
tu sabor a libertad.
Y me quedé sin aliento
frente a la plaza de toros,
una joya neomudéjar;
de arquitectura, un tesoro.
Tus puertas y tus palacios
a todos han fascinado.
Es un símbolo tu Metro
y tus parques, un regalo.
Estremece la Gran Vía,
deslumbra el faro y el puente,
pero es en tus callecitas
donde corre libre el duende.
Hay joyas en tus museos
y en La Almudena, plegarias.
Tabernas llenas de amigos,
terrazas llenas de estatuas.
En la cima del Metrópolis
la hermosa la victoria alada,
y el oso junto al madroño
escuchando campanadas.
Estás llena de detalles,
y de símbolos muy tuyos:
La Plaza Mayor, el faro,
los chulapos y el orgullo.
De Salamanca a Vallecas,
desde Chamberí hasta Usera,
tu alegría mola mazo
y tu gente es gente buena.
Cosmopolita y vibrante,
villa de abrazo sincero,
eres urbe y eres pueblo,
y estás cerquita del cielo.
María José Flores